Inversiones: Fibras y el renacer del nearshoring en México

Los fibras inmobiliarios, listados en el mercado bursátil mexicano, han sido históricamente, de los instrumentos que mejores rendimientos han otorgado a los inversionistas. Ahora con el nearshoring, son aún más prometedores.

Los Fideicomisos de Inversión en Bienes Raíces (fibras) en México han sido una opción sólida para los inversionistas, ofreciendo rendimientos atractivos a través de la adquisición y renta de inmuebles.

La baja prevista en las tasas de interés de la Reserva Federal de Estados Unidos podría aumentar aún más el atractivo de estos instrumentos, alineándolos con los beneficios que también esperan los Real Estate Investment Trusts (REITs) en el contexto global.

Aunque el índice de fibras en la Bolsa Mexicana de Valores ha registrado una caída del 12.5% en lo que va del año, los inversionistas continúan recibiendo utilidades, lo que resalta la resiliencia y fortaleza de este tipo de inversión.

El fenómeno del nearshoring, impulsado por la reubicación de fábricas desde Asia a México en respuesta a la guerra comercial entre China y Estados Unidos, ha sido un motor clave para el sector de fibras industriales. Empresas como KIA, Honda y Toyota han fortalecido su presencia en México, incrementando la demanda de espacios industriales.

Este sector muestra un potencial significativo para seguir atrayendo inversiones, gracias a la continua demanda por parte de grandes empresas de logística y comercio electrónico, como DHL, FedEx, Mercado Libre y Amazon, que han permitido sortear con éxito las dificultades económicas durante la pandemia.

Sin embargo, el mercado de fibras no está exento de debilidades y desafíos. La incertidumbre política en México, especialmente en torno a las reformas constitucionales y la sobrerrepresentación en el Congreso, representa una amenaza para el crecimiento sostenido del sector.

Las inversiones en parques industriales realizadas en los últimos tres años apenas comienzan a consolidarse, y existe preocupación de que la incertidumbre actual pueda afectar el ritmo de expansión hacia el 2026 o 2027.

La percepción de riesgo por parte de los inversionistas puede ser un factor determinante en el futuro, ya que el entorno político y económico influye directamente en la confianza para realizar inversiones a largo plazo.

El sector hotelero, otro componente esencial del mercado de fibras, también ha mostrado buenos fundamentales, beneficiándose del crecimiento en infraestructura y logística. A medida que continúan las inversiones en estos sectores, los hoteles en áreas estratégicas, cercanas a los polos industriales, podrían experimentar un crecimiento sostenido. Este desarrollo, sin embargo, depende en gran medida de la estabilidad económica y la continua inversión en infraestructura, lo que refuerza la necesidad de un entorno político favorable.

El mercado global de REITs sigue creciendo, con más de 940 listados y un valor superior a los 2 billones de dólares, lo que resalta la fortaleza del sector inmobiliario a nivel mundial. En México, los 16 fibras listados, con más de 2,000 propiedades que cubren 34 millones de metros cuadrados, representan un segmento relativamente pequeño pero con alto potencial de expansión. Este potencial puede ser una gran oportunidad para los inversionistas que buscan diversificar su portafolio en un entorno de tasas de interés bajas, aprovechando las ventajas del nearshoring y el crecimiento en sectores clave como el industrial y el hotelero.

No obstante, las amenazas a este crecimiento, como la inestabilidad política y económica, podrían ralentizar el progreso. La clave para el futuro del mercado de fibras en México residirá en cómo se manejen estas amenazas y en la capacidad del país para mantener un entorno propicio para la inversión a largo plazo. Aunque el sector muestra fortaleza y oportunidades significativas, la evolución del panorama político y económico será determinante para su desarrollo y éxito continuado.

Colaboración: Editorial Auge.

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