Boom industrial: Entrega de naves crece casi 40% en solo seis meses

En el primer semestre del año, la demanda de naves industriales alcanzó los 1.2 millones de metros cuadrados, para un incremento de 39.5 por ciento anual, impulsado por las inversiones, expansiones y llegada de armadoras de autos, electrodomésticos y electrónicos.

En el primer semestre de 2024, la entrega de naves industriales en México experimentó un notable aumento del 39.5% anual, alcanzando una demanda de 1.2 millones de metros cuadrados.

Este crecimiento fue impulsado por las inversiones de empresas líderes en los sectores automotriz, electrónico y de electrodomésticos, como Toyota, General Motors, Autozone, Jabil, Hyundai, BMW, Daikin, Mazda, Bosch y Continental.

Este auge ha llevado a los desarrolladores inmobiliarios a acelerar la construcción de nuevos espacios industriales, una respuesta directa al incremento en la demanda generada por el nearshoring y la expansión de la industria manufacturera en el país. 

Aunque ciudades como Ciudad Juárez tienen la capacidad para desarrollar parques industriales, la falta de infraestructura adecuada, especialmente en la transmisión de energía eléctrica, se presenta como un obstáculo.

La localización de nuevos desarrollos en áreas con insuficiente cobertura energética exige inversiones sustanciales por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo que genera incertidumbre sobre la capacidad del país para mantenerse al ritmo del crecimiento industrial.

Las cifras del sector muestran un incremento de más del 30% en la comercialización de espacios industriales en el primer semestre del año, con el sector automotriz liderando la ocupación de naves industriales, seguido por maquinaria, herramientas, electrodomésticos y electrónicos, y la industria de metales.

Esto refleja la fortaleza de México como un hub manufacturero en la región, donde la sólida cadena de suministro y la mano de obra calificada continúan atrayendo inversiones extranjeras. Sin embargo, estas fortalezas contrastan con la debilidad de la infraestructura logística y energética, que podría frenar el ritmo de crecimiento si no se realizan las inversiones necesarias.

El fenómeno del nearshoring ha sido un catalizador para la llegada de nuevas inversiones, captando el 53% de los nuevos proyectos en el país durante el primer semestre de 2024.

La oportunidad que presenta la electromovilidad es también un factor clave, con la posibilidad de que México se convierta en un líder en la producción de componentes y tecnologías relacionadas. Sin embargo, esta oportunidad viene acompañada de amenazas, como la competencia internacional y la necesidad de una rápida adaptación a las nuevas tecnologías para no perder terreno frente a otros países que también buscan posicionarse en este sector emergente.

A medida que México continúa atrayendo inversiones, es crucial que se enfoquen en fortalecer la infraestructura y en la formación de talento, factores que serán determinantes para mantener y potenciar el crecimiento. La capacidad del país para enfrentar estos desafíos será fundamental para asegurar que el boom industrial actual se traduzca en un desarrollo sostenible y de largo plazo, consolidando a México como un actor central en la manufactura global.

Este panorama de crecimiento, con sus fortalezas y oportunidades, así como sus debilidades y amenazas, destaca la necesidad de una estrategia integral que permita a México capitalizar al máximo las ventajas que ofrece el contexto actual.

La inversión en infraestructura, la innovación tecnológica, y la formación de una mano de obra altamente calificada serán elementos clave para convertir las actuales oportunidades en un crecimiento sostenido que beneficie a largo plazo a la economía mexicana y a su posición en el mercado global.

Colaboración: Editorial Auge.

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