Superávit comercial de México con Estados Unidos bate récord
El comercio entre México y Estados Unidos cerró el 2024 con una noticia histórica: el superávit comercial de México alcanzó un nivel récord de 157,205 millones de dólares entre enero y noviembre, lo que representó un crecimiento interanual del 12.6%.
Según datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos, esta cifra consolida a México como el principal socio comercial de su vecino del norte por segundo año consecutivo, superando a sus principales competidores, China y Canadá, en un contexto internacional marcado por transformaciones económicas y comerciales.
Durante los primeros 11 meses del año, las exportaciones mexicanas hacia Estados Unidos totalizaron 467,000 millones de dólares, mientras que las importaciones alcanzaron los 309,000 millones. Este avance refleja no solo un aumento en la capacidad exportadora de México, sino también un aprovechamiento estratégico de su posición geográfica, los beneficios del T-MEC y una creciente integración en las cadenas de valor globales.
En particular, sectores como el automotriz, manufacturero y agrícola han sido los motores clave detrás de este crecimiento, destacando la capacidad de México para responder de manera ágil y competitiva a las necesidades del mercado estadounidense.
La dependencia del mercado estadounidense, aunque representa una fortaleza por la estabilidad y tamaño de su economía, puede convertirse en una vulnerabilidad si surgen cambios en las políticas comerciales o económicas en ese país.
Además, el crecimiento en las exportaciones mexicanas no necesariamente se traduce en un fortalecimiento homogéneo para todas las industrias, ya que algunas, como la textil y la electrónica, enfrentan una competencia feroz de países asiáticos que buscan recuperar su participación en el mercado estadounidense.
Por otro lado, el nearshoring ha abierto nuevas oportunidades para México. La relocalización de empresas, motivada por la necesidad de reducir costos logísticos y mitigar riesgos en cadenas de suministro, ha atraído inversiones significativas al país. Esto no solo refuerza la posición de México como un aliado estratégico, sino que también genera un efecto positivo en términos de generación de empleo y desarrollo tecnológico.
Sin embargo, para capitalizar completamente estas oportunidades, el país enfrenta la necesidad de superar debilidades internas, como la falta de infraestructura moderna, la inseguridad y las barreras burocráticas que aún complican el comercio y la inversión.
El entorno global también presenta amenazas que México debe considerar. La incertidumbre económica mundial, las tensiones geopolíticas y las fluctuaciones en los precios de los insumos pueden afectar la estabilidad de las exportaciones. Asimismo, la transición hacia energías limpias y el cumplimiento de estándares ambientales más estrictos en el comercio internacional podrían suponer desafíos adicionales para ciertas industrias mexicanas.
En este contexto, el récord histórico alcanzado en el superávit comercial no solo destaca la fortaleza y resiliencia del mercado mexicano, sino que también subraya la importancia de mantener estrategias que refuercen la competitividad y diversifiquen los mercados de exportación. México tiene la oportunidad de consolidar su liderazgo comercial en América del Norte, siempre que aborde de manera decidida los retos internos y externos que puedan limitar su crecimiento en el futuro. Este balance entre fortalezas y desafíos define el camino hacia el desarrollo sostenido en los próximos años.
Colaboración: Editorial Auge.