Exportaciones mexicanas: un motor para la economía
En 2024, las exportaciones mexicanas consolidaron su papel como motor principal de la economía nacional, al registrar un crecimiento interanual del 4% de enero a noviembre, alcanzando un valor de 565,412.7 millones de dólares, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Este desempeño exportador ha sido fundamental para sustentar el crecimiento económico del país, proyectado por el Banco de México en 1.6% para el año.
Una parte significativa del impulso provino del fortalecimiento de la participación de México en el mercado de Estados Unidos, el cual concentra más del 80% de los envíos nacionales.
Esta alta dependencia del mercado estadounidense representa una fortaleza por la cercanía geográfica y los acuerdos comerciales vigentes, pero también plantea una debilidad estructural al exponer a México a riesgos asociados con la desaceleración económica o cambios en políticas comerciales de su principal socio.
Durante noviembre, las exportaciones mexicanas alcanzaron los 52,024.5 millones de dólares, destacando los envíos no automotrices y los provenientes de la industria extractiva. Sin embargo, las exportaciones petroleras experimentaron una caída del 2.7%, afectadas por una reducción en los precios del crudo, que se situaron en 65.28 dólares por barril, una cifra inferior en 9.53 dólares respecto al mismo mes del año anterior.
El crecimiento de las exportaciones de productos manufacturados, que ascendieron a 46,956 millones de dólares en noviembre, refuerza la capacidad industrial del país como una ventaja competitiva, especialmente en sectores como la minerometalurgia, maquinaria especializada y textiles.
No obstante, el débil crecimiento en el sector automotriz, con un alza anual de solo 0.2%, evidencia una vulnerabilidad en una industria clave para la economía nacional.
Paralelamente, las exportaciones agropecuarias y pesqueras, con un aumento anual del 3.8%, destacan por su potencial de diversificación, lideradas por productos como aguacate y jitomate, aunque también enfrentan desafíos debido a la caída en los envíos de cítricos y ganado vacuno.
La balanza comercial mexicana presentó un déficit de 133.3 millones de dólares en noviembre y acumuló un saldo negativo de 10,779 millones de dólares en los primeros 11 meses del año. Esto resalta la necesidad de estrategias para equilibrar el comercio exterior y disminuir la dependencia de las importaciones, que crecieron un 4.1% en el periodo.
Las oportunidades para México radican en diversificar mercados de exportación, aprovechar acuerdos comerciales y promover inversiones que fortalezcan sectores estratégicos.
Sin embargo, las amenazas incluyen la volatilidad de precios internacionales, las fluctuaciones en la demanda global y los riesgos asociados al panorama económico mundial.
En este contexto, las exportaciones mexicanas continúan siendo un pilar fundamental para el crecimiento económico, pero el futuro exige adaptabilidad para enfrentar los retos globales y potenciar las áreas donde el país tiene ventajas competitivas. La pregunta que persiste es cómo México logrará fortalecer su posición comercial mientras navega en un entorno internacional complejo y dinámico.
Colaboración: Editorial Auge.