Creció concentración de exportaciones de México a Estados Unidos
México tiene la ventaja de ser vecino de Estados Unidos, el mayor importador de bienes del mundo, pues en 2018, el 79.5% de los envíos mexicanos totales tenía como destino Estados Unidos y actualmente ha incrementado al 83 por ciento.
El aumento en la concentración de las exportaciones de México hacia Estados Unidos, que ha pasado del 79.5% en 2018 al 83% en el primer semestre de 2024, es un fenómeno que subraya tanto las fortalezas como las vulnerabilidades de la economía mexicana.
México sigue capitalizando su cercanía geográfica y la integración económica con Estados Unidos, el mayor importador del mundo, lo cual refuerza su posición estratégica en el comercio global.
Este crecimiento refleja la fortaleza de la relación bilateral, impulsada por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), que proporciona estabilidad y acceso preferencial al mercado más grande del mundo, lo que ha favorecido la expansión de las exportaciones mexicanas y un crecimiento sostenido de su comercio exterior a una tasa promedio anual de 5.4% entre 2018 y 2023. Sin embargo, esta alta concentración también expone a México a riesgos considerables.
Aunque el incremento de las exportaciones hacia Estados Unidos parece ser una ventaja inmediata, en realidad, pone en evidencia una debilidad significativa: la dependencia excesiva de un solo mercado.
Un cambio en las políticas comerciales de Estados Unidos, un desaceleramiento de su economía, o tensiones en las relaciones diplomáticas podrían tener un impacto desproporcionado en la economía mexicana.
Este nivel de concentración, aunque estratégico a corto plazo, revela la necesidad de diversificar los destinos de las exportaciones y reducir la vulnerabilidad de México ante posibles cambios en la dinámica comercial con su vecino del norte.
El Índice de Diversificación de las Exportaciones cayó de 168.2 en 2018 a 127.9 en 2023, lo que indica una expansión en la gama de productos que México exporta.
Esta tendencia representa una oportunidad para el país de mejorar su competitividad global al reducir la dependencia de sectores específicos. La ampliación de su oferta exportadora permite a México posicionarse mejor en mercados emergentes, abriendo puertas para fortalecer lazos comerciales con Europa, Asia y otras regiones de América Latina. No obstante, los datos también revelan que algunos de estos mercados, como Alemania, Brasil y Colombia, han visto reducida su participación en las exportaciones mexicanas, lo que resalta la dificultad de diversificación geográfica efectiva.
El déficit comercial de México, que se redujo de 13,590 millones de dólares en 2018 a 5,470 millones de dólares en 2023, es un indicio positivo del fortalecimiento del comercio exterior. Sin embargo, si bien las exportaciones han crecido, el hecho de que una parte considerable de ellas sigan concentrándose en un solo mercado representa una amenaza a largo plazo.
Las empresas mexicanas, tanto del sector privado como las vinculadas al comercio exterior, deben estar alertas a esta dinámica y considerar cómo adaptarse a la volatilidad de las condiciones globales. La diversificación no solo debe enfocarse en productos, sino también en mercados, especialmente considerando la creciente competencia en regiones como Asia, donde los mercados emergentes están captando una mayor cuota del comercio mundial.
Aunque el crecimiento de las exportaciones a Estados Unidos demuestra la fortaleza del sector exportador mexicano, también pone de manifiesto las debilidades estructurales del comercio exterior del país.
Las oportunidades están claras en términos de diversificación de productos y el aprovechamiento de nuevos mercados. Sin embargo, las amenazas derivadas de la alta concentración hacia un solo destino no pueden ser subestimadas.
La clave para los empresarios mexicanos será equilibrar la expansión con la seguridad, consolidando su presencia en otros mercados internacionales y reduciendo su dependencia de Estados Unidos.
Colaboración: Editorial Auge.