Automotrices alemanas quieren exportar desde México para evitar aranceles

Las principales armadoras alemanas —Volkswagen, Mercedes-Benz, Audi y BMW— han manifestado su intención de exportar vehículos producidos en México hacia Estados Unidos bajo el amparo del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
El objetivo es claro: evitar los aranceles de hasta 25 % que la administración de Donald Trump propone aplicar a vehículos importados desde fuera del bloque comercial.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, confirmó en conferencia de prensa que ha sostenido conversaciones con directivos de estas firmas automotrices. “Hemos estado en contacto con los gerentes generales y CEO’s de Mercedes-Benz, BMW y Volkswagen. Ellos tenían la preocupación de que se sumaran los aranceles (…) y están dispuestos a exportar bajo el T-MEC”, señaló.
Sheinbaum explicó que la Secretaría de Economía ya prepara un proceso de diálogo para facilitar la incorporación formal de estas automotrices al esquema del tratado. El 6 de marzo, México logró que se eximieran de aranceles todas las exportaciones que cumplen con las reglas de origen del T-MEC, por lo que las firmas alemanas evalúan aumentar su integración regional para aprovechar esta ventaja.
Esta decisión no solo responde a las presiones comerciales desde Estados Unidos, sino que también pone en evidencia las fortalezas del mercado mexicano: una infraestructura industrial sólida, una red de tratados internacionales que genera acceso preferencial a múltiples mercados, y una mano de obra calificada que ha demostrado competitividad y eficiencia en la manufactura automotriz.
México se posiciona, nuevamente, como un punto estratégico para el reacomodo de las cadenas de valor en Norteamérica.
Esta coyuntura también revela ciertas debilidades estructurales que el país debe atender si desea consolidarse como un polo de atracción para inversiones de largo plazo. A pesar de sus ventajas, persisten desafíos como la necesidad de mayor certidumbre regulatoria, políticas energéticas claras y mayor inversión en infraestructura logística para responder a la creciente demanda.
Por otro lado, la disposición de las armadoras alemanas a adaptarse a las condiciones del T-MEC representa una oportunidad concreta para México de elevar su participación en la industria automotriz global. Esto puede traducirse en mayor contenido regional, expansión de cadenas de proveeduría, transferencia tecnológica y generación de empleos en sectores especializados.
La intención de producir más vehículos en territorio nacional, cumpliendo con las reglas de origen del tratado, abre un escenario de colaboración en el que México puede fortalecer su posición como socio clave dentro del bloque comercial.
Las tensiones geopolíticas, los cambios en políticas comerciales de Estados Unidos y los riesgos de que se mantengan o incluso aumenten los aranceles podrían modificar el panorama rápidamente.
En este entorno cambiante, el interés de las automotrices alemanas por integrarse plenamente al T-MEC puede convertirse en un catalizador para el desarrollo industrial de México. La clave estará en consolidar sus fortalezas, atender sus vulnerabilidades y aprovechar con visión estratégica la oportunidad de reforzar su papel en el corazón de la manufactura automotriz de América del Norte.
Colaboración: Editorial Auge.