Récord en remesas: hogares mexicanos reciben más de 59,500 millones de dólares
Durante los primeros 11 meses del año, las remesas acumuladas alcanzaron un récord de 59,517 millones de dólares, consolidándose como uno de los principales pilares financieros para millones de hogares en el país.
En noviembre de 2024, México recibió un flujo de remesas por 5,436 millones de dólares, beneficiando a 4.9 millones de familias. Este monto representa un aumento del 10.6% en comparación con el mismo mes del año anterior, aunque refleja una ligera moderación respecto a octubre, cuando se captaron 5,722 millones.
Estos recursos impactan directamente en el bienestar de aproximadamente el 12.3% de los adultos mexicanos, pero también benefician a migrantes en tránsito que, temporalmente en México, dependen de este apoyo mientras buscan seguir su camino hacia Estados Unidos.
La depreciación del peso frente al dólar, del 14.1% en el periodo analizado, ha jugado un papel determinante al maximizar el rendimiento en pesos de las remesas recibidas.
Según expertos, este fenómeno ha impulsado un esfuerzo adicional por parte de los emisores para compensar el impacto inflacionario y la pérdida de poder adquisitivo de los hogares receptores.
Este dinamismo subraya una fortaleza clave del mercado mexicano: la capacidad de los flujos de remesas para sostener el consumo interno y actuar como un colchón frente a las fluctuaciones económicas globales. No obstante, también evidencia una debilidad estructural: la alta dependencia de millones de familias hacia estos recursos externos, lo que limita el desarrollo de alternativas económicas locales.
El contexto actual presenta oportunidades significativas para el mercado mexicano, como el diseño de políticas públicas que canalicen las remesas hacia inversiones productivas, educación y emprendimientos que puedan generar un impacto de largo plazo. Además, el fortalecimiento de las redes de inclusión financiera podría potenciar el uso eficiente de estos recursos, fomentando el ahorro y la acumulación de capital en las comunidades receptoras.
Sin embargo, persisten amenazas que podrían desafiar la estabilidad de este flujo, como cambios en la política migratoria de Estados Unidos, fluctuaciones más severas en el tipo de cambio o una desaceleración en la economía global que reduzca la capacidad de envío de los migrantes.
Aunque las remesas representan un alivio inmediato para millones de mexicanos, también resaltan la necesidad de fortalecer las capacidades económicas internas y reducir la dependencia de estos flujos a mediano plazo.
El futuro del mercado mexicano dependerá en gran medida de cómo se aprovechen estas fortalezas y oportunidades, al tiempo que se enfrentan con estrategia y visión las debilidades y amenazas que este fenómeno plantea.
Collaboration: Editorial Auge.