México llega con ventajas estructurales a negociación arancelaria con Trump

México enfrentará las próximas negociaciones arancelarias con el gobierno de Donald Trump con una posición fortalecida por una serie de ventajas estructurales que han consolidado su lugar en la economía norteamericana.

Durante su participación en el Seminario de Perspectivas Económicas 2025 organizado por el ITAM, Marcelo Ebrard, secretario de Economía, destacó que el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ha sido un motor clave para el desarrollo regional, permitiendo que las principales industrias mexicanas mantengan competitividad global y un acceso privilegiado al mercado estadounidense. 

Este éxito, según Ebrard, será un pilar fundamental para posicionar a México como un socio comercial indispensable y minimizar las amenazas de posibles medidas arancelarias.

El contexto actual presenta fortalezas claras para el mercado mexicano. La solidez de la economía, reflejada en niveles históricos de Inversión Extranjera Directa y una tasa de desempleo menor a la de Estados Unidos, subraya la confianza internacional en México como destino de negocios. Además, la inversión fija, que alcanza casi el 25% del PIB, representa un respaldo a largo plazo para el crecimiento económico. 

Ebrard señaló que las muertes por fentanilo en Estados Unidos han disminuido, y las políticas como el mecanismo CBP One han reducido los flujos migratorios hacia la frontera norte, generando un entorno de mayor estabilidad para las conversaciones.

Sin embargo, el panorama no está exento de desafíos. Las negociaciones con un gobierno como el de Trump, caracterizado por su enfoque proteccionista, presentan una amenaza latente para el comercio bilateral. México deberá enfrentar presiones para restringir la inversión china en sectores estratégicos, un tema que podría desbalancear las relaciones comerciales si no se maneja con cautela.

Aunque el T-MEC es una ventaja innegable, depender excesivamente de este tratado como herramienta negociadora podría limitar las opciones estratégicas de México ante nuevos retos económicos.

Las oportunidades son igualmente significativas. La posición de México como un actor clave en la industria automotriz y en la cadena de suministro global ofrece una base sólida para expandir su presencia en mercados internacionales. Además, la insistencia de Ebrard en buscar medidas simétricas con Estados Unidos respecto a la inversión china podría abrir nuevas posibilidades para diversificar las fuentes de inversión y reducir la dependencia de un solo socio comercial.

Este equilibrio entre fortalezas y oportunidades, frente a las debilidades y amenazas, coloca al mercado mexicano en un punto crítico. La capacidad de capitalizar sus ventajas estructurales y mantener una postura firme frente a las presiones externas será determinante para definir el futuro de su comercio internacional.

Las próximas negociaciones no solo tendrán implicaciones económicas, sino que también pondrán a prueba la habilidad de México para posicionarse como un socio confiable y resiliente en un entorno global cada vez más competitivo y volátil.

Collaboration: Editorial Auge.

Sponsored by: Regus

Related Articles

es_MXES