México, Brasil y Chile: Principales Socios Comerciales de Estados Unidos en América Latina

México, Brasil y Chile se consolidaron en 2023 como los principales socios comerciales de Estados Unidos en América Latina, según un informe reciente de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

En un entorno marcado por la incertidumbre política y comercial, el país norteamericano mantiene estrechas relaciones económicas con estos mercados, que han sido clave para el dinamismo de su comercio exterior. 

La administración de Donald Trump ha reforzado su postura proteccionista con la imposición de nuevos aranceles, afectando principalmente a Canadá, México y China. Estas medidas buscan equilibrar el déficit comercial y proteger la industria estadounidense, pero también generan preocupación en los sectores productivos de los países afectados.

En el caso de América Latina, México destaca como el principal socio comercial de Estados Unidos, con una participación creciente en sectores estratégicos como la industria automotriz y la manufactura avanzada.

Esta relación privilegiada ha permitido al país fortalecer su posición en las cadenas globales de suministro, impulsada por la cercanía geográfica, el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y la competitividad de su mano de obra, factores que han sido determinantes para atraer inversión extranjera.

Pese a la relevancia de la región, las exportaciones de Estados Unidos a América Latina y el Caribe registraron una contracción del 5% en 2023, pasando de 527,060 millones a 501,710 millones de dólares. La caída se debe, en parte, a la desaceleración económica global y a la reconfiguración de las cadenas de suministro.

No obstante, algunos sectores como el automotriz lograron un crecimiento del 11.3%, reflejando la demanda sostenida de vehículos, repuestos y motores en la región. Para México, esta coyuntura representa tanto desafíos como oportunidades. La imposición de aranceles a productos clave podría afectar la competitividad de las exportaciones, generando un impacto en la inversión y en el empleo.

Sin embargo, la tendencia de relocalización de manufactura impulsada por las tensiones entre Estados Unidos y China abre nuevas posibilidades para la industria mexicana, que se ha posicionado como una alternativa atractiva para empresas que buscan reducir su dependencia del mercado asiático.

Para Brasil y Chile, la relación comercial con Estados Unidos sigue siendo estratégica, especialmente en sectores como el agroindustrial, la energía y la minería.

Para México, el panorama se mantiene en constante evolución, ya que, si bien cuenta con una infraestructura robusta y acuerdos comerciales favorables, enfrenta el reto de garantizar estabilidad en sus relaciones económicas ante posibles cambios en la política comercial estadounidense. La dependencia del mercado norteamericano es un factor clave en su estructura económica, lo que lo hace vulnerable a decisiones externas que podrían afectar sus exportaciones e inversión extranjera.

En términos globales, México, Canadá y China siguen siendo los principales socios comerciales de Estados Unidos, representando en conjunto el 40% del comercio total del país. Mientras la participación de México y Canadá ha crecido, la de China cayó un 11.1% en 2023, reflejando el impacto de las disputas comerciales y la desaceleración del comercio bilateral.

El déficit comercial de bienes con China sigue siendo el mayor entre todos los socios de Estados Unidos, alcanzando 278,720 millones de dólares. En este contexto, México se encuentra en una posición clave para capitalizar su proximidad con el mercado estadounidense y su capacidad manufacturera, pero también enfrenta el desafío de diversificar sus exportaciones y fortalecer su mercado interno para reducir su vulnerabilidad ante posibles cambios en la política comercial de su principal socio.

Este panorama comercial resalta la importancia de América Latina en la estrategia económica de Estados Unidos y pone de manifiesto la necesidad de adaptarse a un entorno de creciente proteccionismo y tensiones comerciales, donde México deberá fortalecer su capacidad de negociación y consolidar su papel como un destino confiable para la inversión y la producción.

Collaboration: Editorial Auge.