Producción automotriz en México crece 6.7% en noviembre, liderada por Toyota
El ensamble de autos en México mostró un notable crecimiento del 6.7% durante noviembre de 2024, alcanzando una producción de 351,535 vehículos ligeros, según reportes de la AMIA y el Inegi.
Este desempeño refuerza la posición estratégica de México en la industria automotriz global y anticipa un cierre de año positivo, respaldado por aumentos en la producción total, exportaciones y ventas internas.
Toyota lideró el crecimiento, ensamblando 24,838 unidades, casi triplicando su producción interanual, mientras General Motors y KIA también registraron incrementos significativos del 24.5% y 10.7%, respectivamente.
No obstante, no todas las compañías lograron resultados favorables; Mercedes-Benz experimentó una caída del 36.7%, mientras que Audi y BMW reportaron reducciones del 21.7% y 16.7%, lo que revela una disparidad en el desempeño del sector.
En el acumulado de enero a noviembre de 2024, México ensambló 3,764,490 vehículos ligeros, un aumento del 5.6% frente al mismo periodo del año anterior, consolidándose como un centro manufacturero clave gracias a su ubicación estratégica y una fuerza laboral altamente capacitada.
Las exportaciones, que crecieron un 2.8% en noviembre, alcanzaron 289,309 unidades enviadas al extranjero, lideradas por Toyota, Nissan y Honda. En el acumulado del año, el país exportó 3,213,132 vehículos, reafirmando su rol como proveedor esencial en mercados internacionales, principalmente Estados Unidos.
El sector automotriz mexicano cuenta con fortalezas clave, como su capacidad de adaptación a las demandas globales, una infraestructura robusta y su cercanía a Estados Unidos, lo que facilita la integración en cadenas de suministro norteamericanas, especialmente bajo el marco del T-MEC.
Sin embargo, enfrenta desafíos que se reflejan en la disminución de producción de ciertas marcas, como Mercedes-Benz, Audi y BMW, lo que podría estar relacionado con cambios en la demanda, presiones regulatorias o retos en la implementación de nuevas tecnologías, como la transición hacia vehículos eléctricos.
Las oportunidades para la industria son evidentes en el contexto del nearshoring, que podría atraer mayores inversiones al país al consolidarlo como un centro manufacturero preferido para las Américas. Además, el enfoque global en la electrificación vehicular abre la posibilidad de fortalecer su posición si logra una integración temprana y competitiva en esta transición tecnológica.
No obstante, el mercado enfrenta amenazas significativas, como la volatilidad en la demanda internacional, posibles ajustes en las políticas comerciales entre México y Estados Unidos, y la creciente competencia de otros países emergentes en Asia y Europa del Este.
El desempeño de noviembre y el acumulado del año muestran un balance positivo, pero también resaltan áreas donde es necesario redoblar esfuerzos para asegurar el liderazgo de México en el sector automotriz global. Innovación, fortalecimiento de la cadena de suministro y un enfoque claro en sostenibilidad serán cruciales para mantener y expandir su competitividad en los próximos años.
Collaboration: Editorial Auge.