Mercado de lujo en México: $310 mil millones impulsados por inversionistas
El mercado de vivienda de lujo en México cerró el 2024 con un valor de 310,000 millones de pesos, impulsado por la venta de más de 60,000 unidades.
Este segmento, compuesto por propiedades con un precio mínimo de 5.3 millones de pesos, concentra su dinamismo en 10 ciudades clave, entre las que destacan la Zona Metropolitana de la Ciudad de México, Cancún, Monterrey, Guadalajara y Mérida, que juntas representan el 87% de las transacciones por factores como la conectividad, el desarrollo económico y, en ciudades como Tijuana y Monterrey, su cercanía estratégica con Estados Unidos.
Siete de cada 10 compradores en este sector son inversionistas, quienes buscan maximizar rendimientos a través de la plusvalía y el arrendamiento, ya que consideran estas propiedades no solo como espacios habitables, sino como activos rentables y de bajo riesgo.
En Tijuana, por ejemplo, el alza en los precios por metro cuadrado y un estilo de vida vertical de lujo con amenidades de primer nivel están captando la atención de inversionistas extranjeros, especialmente estadounidenses que ven en la ciudad una alternativa estratégica para vivir en México mientras realizan negocios en San Diego.
Aunque el crecimiento de este mercado refleja la fortaleza de México en términos de infraestructura urbana, desarrollo inmobiliario y atracción de capital, enfrenta también retos significativos. Entre sus debilidades se encuentran la dependencia de inversionistas internacionales en algunas ciudades y la volatilidad económica global, que podría afectar la capacidad de los compradores para financiar adquisiciones de alto valor. Además, los desequilibrios entre la oferta y la demanda podrían derivar en una saturación en ciertas regiones, poniendo en riesgo los rendimientos proyectados.
El contexto actual presenta grandes oportunidades para que el mercado mexicano capitalice su atractivo como destino de inversión, especialmente en ciudades emergentes que aún cuentan con espacio para expandir su oferta de lujo. Sin embargo, las amenazas de una posible desaceleración económica global, fluctuaciones en las tasas de interés y cambios en las políticas fiscales podrían impactar negativamente el dinamismo del sector.
A pesar de ello, la consolidación de la vivienda de lujo como un activo estratégico refuerza su papel en el desarrollo económico nacional. La pregunta que queda por resolver es si México logrará mantener este ritmo de crecimiento y atraer nuevas oportunidades en un entorno competitivo y en constante evolución.
Collaboration: Editorial Auge.