Expectativas económicas para el primer año de Sheinbaum

El crecimiento del Producto Interno Bruto para 2025 se proyecta en 1.23%, según la Encuesta Banxico, marcando un leve aumento desde el 1.22% estimado anteriormente.

La Encuesta de Especialistas del sector privado del Banco de México (Banxico) ha proyectado que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para México en el primer año del gobierno de Claudia Sheinbaum será de 1.23%.

Este dato muestra un leve ajuste al alza respecto al pronóstico de 1.22% del mes anterior, interrumpiendo una tendencia de ocho meses consecutivos de revisiones a la baja. Sin embargo, esta cifra está lejos del optimismo que se tenía al inicio del año, cuando los analistas estimaron un crecimiento potencial de hasta 2.01%.

Las proyecciones de Banxico contrastan con las del Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé un crecimiento de 1.3% para México en 2025, mientras que la Secretaría de Hacienda mantiene una perspectiva más optimista, situando su rango de crecimiento entre el 2% y el 3%.

Este rango de estimaciones subraya la diversidad de percepciones sobre el desempeño de la economía mexicana, influenciadas por una política fiscal restrictiva. Además, la moderación en el flujo de inversiones y la incertidumbre política en el contexto internacional, como la entrada del gobierno de Donald Trump, son factores que están moldeando las expectativas económicas.

En este contexto, México muestra fortalezas importantes que incluyen su proximidad geográfica a Estados Unidos, un factor estratégico que permite aprovechar el nearshoring como motor de desarrollo.

También cuenta con sectores clave como el manufacturero, que ha demostrado resiliencia incluso en períodos de desaceleración global. Sin embargo, las debilidades estructurales, como una limitada inversión en infraestructura, la dependencia de las exportaciones a Estados Unidos y una percepción de inseguridad jurídica, limitan la confianza de inversionistas.

Las oportunidades para el mercado mexicano son significativas. El impulso del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ofrece la posibilidad de reforzar la integración regional y atraer capitales que busquen diversificar sus cadenas de suministro. Además, el creciente interés en tecnologías sostenibles y la inversión en energías renovables pueden posicionar a México como un actor clave en la transición energética global. No obstante, las amenazas que enfrenta el país, como la volatilidad en los mercados internacionales, una desaceleración global y tensiones comerciales, presentan riesgos que pueden complicar el cumplimiento de estas proyecciones.

La percepción empresarial sigue siendo un reto, ya que solo el 8% de los especialistas considera que la economía está en una mejor posición que hace un año, mientras que el 92% percibe un panorama menos favorable en comparación con 2023. Estas cifras reflejan una caída en la confianza del sector privado, lo que podría traducirse en menores niveles de inversión y crecimiento económico. A pesar de esto, los analistas proyectan un crecimiento del PIB para 2024 de 1.55%, ajustado al alza desde el 1.41% estimado previamente, lo que sugiere que existen algunos indicios de recuperación en sectores específicos de la economía.

Para que México logre revertir las tendencias negativas, será necesario consolidar políticas económicas que fortalezcan la confianza empresarial, fomentar la innovación y promover la inversión extranjera directa. Las oportunidades derivadas del nearshoring y el T-MEC podrían convertirse en catalizadores de un crecimiento más sólido si se abordan con una visión estratégica y una ejecución efectiva. En este escenario, la capacidad de enfrentar las amenazas y capitalizar las oportunidades determinará el rumbo del mercado mexicano en los próximos años.

Collaboration: Editorial Auge.

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