El mercado laboral retoma fuerza en octubre con 445 mil empleos nuevos
El mercado laboral mexicano mostró una significativa recuperación en octubre tras dos meses de contracción, creando 445,745 nuevos empleos según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
Este repunte representa la segunda mejor cifra del 2024 y eleva el acumulado anual a 723,563 nuevos puestos. Sin embargo, el crecimiento ha sido irregular, con incrementos en solo cinco meses del año: febrero, marzo, mayo, julio y octubre.
La tasa de desocupación también reflejó avances, disminuyendo de 2.9% a 2.5%, el nivel más bajo desde marzo de este año, cuando se alcanzó un mínimo histórico de 2.3%. En contraste, el desempleo extendido, que incluye a los desocupados y a las personas disponibles de la Población No Económicamente Activa (PNEA), creció de 10.4% a 10.9%, con un incremento de más de 600,000 personas en esta categoría. Este aumento podría atribuirse al efecto desaliento, donde individuos dejan de buscar empleo activamente al percibir limitadas oportunidades en el mercado.
El fortalecimiento del empleo formal fue otro aspecto relevante, con cerca del 60% de los nuevos puestos creados en esta modalidad. Esta tendencia contribuyó a una ligera disminución en la tasa de informalidad laboral, que se ubicó en 54.1%. Aunque esto sugiere avances en la consolidación de trabajos con mayor estabilidad y beneficios, la persistencia de un alto nivel de informalidad sigue siendo un desafío estructural que afecta la calidad de vida de muchos trabajadores. Según expertos, la recuperación podría estar influenciada por la normalización de la Población Económicamente Activa (PEA) y un entorno de menor incertidumbre económica tras las distorsiones generadas por las vacaciones de verano.
El desempeño del mercado laboral en octubre refleja fortalezas significativas, como la capacidad de recuperación tras periodos de contracción y el impulso hacia la formalización del empleo, lo que beneficia la productividad y el bienestar de los trabajadores.
Estas fortalezas evidencian la resiliencia del mercado mexicano y su capacidad para adaptarse a dinámicas económicas cambiantes. Por otro lado, existen oportunidades relevantes, como el aprovechamiento de sectores en crecimiento, la promoción de programas de capacitación laboral y el diseño de políticas públicas que incentiven la participación laboral, especialmente para mujeres y jóvenes, segmentos clave aún subutilizados.
Sin embargo, persisten debilidades importantes, como la alta tasa de informalidad y el incremento en la PNEA, lo que sugiere que una parte considerable de la población no está participando plenamente en la economía productiva. Esto evidencia la necesidad de abordar problemas estructurales que limitan el acceso a empleos formales, como la falta de habilidades técnicas y la baja inversión en infraestructura laboral. Además, el efecto desaliento resalta la percepción de falta de oportunidades en el mercado, lo que puede impactar negativamente en la confianza de los trabajadores.
El contexto también plantea amenazas para el mercado mexicano, incluyendo los riesgos asociados a la desaceleración económica global, posibles incrementos en las tasas de interés y la volatilidad en el entorno macroeconómico, que podrían limitar la capacidad de creación de empleo en los próximos meses. Asimismo, la dependencia de sectores tradicionales podría inhibir el crecimiento de industrias emergentes que requieren una fuerza laboral más especializada.
El balance entre estos factores muestra que, aunque octubre fue un mes positivo para el mercado laboral, la sostenibilidad de esta recuperación dependerá de medidas que no solo consoliden los avances actuales, sino que también mitiguen las vulnerabilidades existentes. La integración de estrategias efectivas podría posicionar al mercado laboral como un pilar sólido para el crecimiento económico del país.
Collaboration: Editorial Auge.