Producto Interno Bruto de México crece 7.3% anual en el segundo trimestre de 2024
El Producto Interno Bruto de México alcanzó un crecimiento anual de 7.3% en el segundo trimestre del año, sumando más de 33 billones de pesos corrientes.
De acuerdo a datos preliminares del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), este resultado supera tanto los 32 billones del trimestre anterior como el crecimiento de 5.9% registrado en el mismo periodo del año pasado. El informe, basado en el método del ingreso y del gasto, permite observar la evolución de los pagos a los factores de producción y el comportamiento del consumo, la inversión y el comercio internacional.
Por el lado del ingreso, el excedente bruto de operación aportó el 42.2% del PIB, las remuneraciones a los asalariados representaron el 28.5% y el ingreso mixto bruto el 22.4%. En términos del gasto, el consumo final contribuyó con el 81.3% del PIB, seguido por las importaciones con 35.5%, las exportaciones con 34.2% y la formación bruta de capital fijo con apenas 2.5%.
El aumento en el consumo final, que alcanzó 27.55 billones de pesos, refleja una fortaleza fundamental en el dinamismo del mercado interno. Esta tendencia resalta la confianza de los consumidores en el entorno económico y su disposición a participar activamente en la reactivación de la economía.
Asimismo, la actividad del comercio exterior, con exportaciones de 11.57 billones de pesos e importaciones de 12.04 billones, evidencia la integración de México en las cadenas globales de suministro, particularmente dentro del marco del T-MEC.
Sin embargo, la baja participación de la formación bruta de capital fijo, con solo 2.5%, destaca una debilidad estructural que podría limitar la capacidad de la economía para sostener este nivel de crecimiento a largo plazo, ya que la inversión productiva es crucial para fomentar la competitividad y la innovación.
El entorno global presenta oportunidades significativas para México, como el aprovechamiento del nearshoring, que está atrayendo inversión extranjera directa hacia sectores estratégicos como manufactura, tecnología y servicios especializados.
Estas oportunidades se ven potenciadas por la posición geográfica del país, su marco de acuerdos comerciales y su capacidad para servir como un puente logístico entre América del Norte y otros mercados. Sin embargo, la dependencia de factores externos, como la demanda de exportaciones de Estados Unidos, representa una amenaza en un contexto de incertidumbre económica global.
Cambios en las políticas comerciales o fluctuaciones en los mercados internacionales podrían afectar directamente el desempeño económico mexicano.
México cuenta con una base sólida de consumo interno y una fuerza laboral competitiva, que son fortalezas clave para sostener el crecimiento económico. Sin embargo, el bajo nivel de inversión en infraestructura y la necesidad de fortalecer las instituciones económicas y regulatorias plantean desafíos importantes.
Para mantener el dinamismo observado en el PIB, será esencial implementar políticas públicas que incentiven la inversión productiva, impulsen la innovación y aseguren un entorno de negocios estable y predecible.
Aunque los resultados del segundo trimestre son alentadores, el verdadero reto será traducir este crecimiento en un desarrollo económico inclusivo y sostenible que beneficie a toda la población.
Collaboration: Editorial Auge.