Producción de Nissan crece en México pese a desafíos globales
En octubre, la producción global de Nissan cayó 6% anual, acumulando cinco meses de descensos. Sin embargo, en México creció 12%, representando casi el 25% de la fabricación global.
Nissan Motor reportó una caída del 6% en su producción global en octubre, marcando el quinto mes consecutivo de contracción. La disminución estuvo liderada por descensos significativos en Estados Unidos, China, Reino Unido y Japón, mientras que México destacó con un aumento del 12% en su producción, alcanzando las 70,382 unidades.
Este desempeño convirtió a México en un pilar clave para Nissan, representando casi una cuarta parte de su producción global en el mes. Las ventas globales de la compañía también se redujeron un 3%, aunque los incrementos en Estados Unidos, México y Canadá lograron mitigar parcialmente los efectos de las caídas en China y Europa.
En medio de este escenario, Nissan enfrenta un futuro incierto debido a la posible implementación de un arancel del 25% en Estados Unidos para importaciones provenientes de México y Canadá, lo que podría afectar seriamente la exportación de los 300,000 vehículos enviados desde México al mercado estadounidense en el año.
México emerge como un punto brillante en la estrategia global de Nissan, mostrando su fortaleza en términos de competitividad industrial y capacidad de producción.
La planta mexicana, reconocida por su eficiencia, permite a la empresa mantener costos más bajos y aprovechar acuerdos comerciales como el T-MEC para acceder al mercado estadounidense. Sin embargo, esta misma dependencia se convierte en una debilidad en caso de que los aranceles propuestos por Estados Unidos se materialicen, amenazando la rentabilidad de las exportaciones y generando incertidumbre para futuras inversiones.
La resiliencia del mercado mexicano se configura también como una oportunidad para atraer nuevas inversiones y diversificar los mercados objetivo de las exportaciones. El crecimiento interno de las ventas de vehículos y la calidad de la fuerza laboral mexicana posicionan al país como un actor estratégico dentro de la industria automotriz global.
Al mismo tiempo, las políticas proteccionistas de Estados Unidos representan una amenaza significativa que podría reconfigurar las cadenas de suministro internacionales y requerir de una mayor diversificación de mercados para mitigar riesgos.
Para Nissan, el desempeño en México es un recordatorio de la importancia de fortalecer su posición en mercados clave, incluso mientras enfrenta presiones globales.
La compañía deberá equilibrar su reestructuración internacional con la necesidad de mantener su liderazgo en la región, aprovechando las fortalezas del mercado mexicano y gestionando las incertidumbres comerciales que podrían alterar significativamente su modelo de negocio.
Este caso pone en evidencia la relevancia de una estrategia adaptativa, que no solo optimice la operación interna, sino que también anticipe las dinámicas políticas y económicas de un entorno global cada vez más complejo.
Collaboration: Editorial Auge.