Exportaciones mexicanas crecen a niveles récord

En octubre, las exportaciones de México alcanzaron 57 mil 671 millones de dólares, un aumento anual del 11.2%, el mayor desde julio.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el valor total de las exportaciones de mercancías ascendió a 57,671 millones de dólares, impulsado principalmente por las exportaciones no petroleras, que representaron 55,288 millones de dólares y crecieron un 13.5%.

Este desempeño contrasta con las exportaciones petroleras, que se redujeron en un 24.2%, reflejando un desafío persistente en este sector. Las exportaciones dirigidas a Estados Unidos aumentaron un 13.9%, reafirmando la fortaleza de la relación comercial bilateral, mientras que las dirigidas al resto del mundo crecieron un 11.6%, lo que subraya un esfuerzo de diversificación de mercados.

Por otro lado, las importaciones totalizaron 57,300 millones de dólares, con un aumento del 9.7%, destacando un crecimiento del 12% en las importaciones no petroleras y una disminución del 18.3% en las petroleras.

Estas cifras reflejan una dinámica económica que impulsa tanto la demanda interna como la inversión en bienes intermedios y de capital, que crecieron un 11.6% y un 5.8%, respectivamente.

El contexto refleja fortalezas clave en la economía mexicana, como su capacidad para adaptarse a las demandas de un comercio internacional en transformación, impulsado por el nearshoring y las ventajas competitivas en sectores como el automotriz, la electrónica y los dispositivos médicos.

La solidez de las exportaciones hacia Estados Unidos demuestra la fortaleza del T-MEC como un marco que beneficia a la integración económica regional, mientras que el crecimiento en mercados globales señala una estrategia efectiva de diversificación.

Sin embargo, las debilidades también son evidentes. La contracción en las exportaciones petroleras subraya la vulnerabilidad de México ante la volatilidad de los precios internacionales y la lenta transición hacia fuentes de ingresos no dependientes del petróleo. Asimismo, el incremento en las importaciones de bienes intermedios puede indicar una dependencia aún significativa de insumos extranjeros, lo que limita la consolidación de cadenas de valor locales robustas.

Las oportunidades para el mercado mexicano se encuentran en la consolidación de su posición como un destino atractivo para la inversión extranjera directa, especialmente en el marco del nearshoring. La ubicación estratégica del país, junto con su infraestructura comercial en crecimiento, permite captar proyectos de manufactura avanzada y tecnología. Además, el creciente interés de mercados fuera de Norteamérica puede abrir nuevas puertas para productos mexicanos en Europa, Asia y América del Sur.

Sin embargo, las amenazas persisten en forma de tensiones geopolíticas globales, que podrían afectar el comercio internacional y la inversión, así como la competencia creciente de otros países que también buscan aprovechar el nearshoring. La dependencia de un único socio comercial, Estados Unidos, aunque una fortaleza en ciertos aspectos, también representa un riesgo si las condiciones económicas o políticas cambian drásticamente en el país vecino.

El superávit comercial reportado en octubre, aunque modesto, es un indicador de equilibrio en la balanza comercial y un síntoma positivo de que México está aprovechando su potencial en el comercio exterior. Sin embargo, para garantizar un crecimiento sostenido, es crucial fortalecer las cadenas de valor locales, fomentar la innovación y continuar diversificando los mercados de exportación. Estos pasos ayudarán a convertir las oportunidades actuales en beneficios económicos a largo plazo, mientras se mitigan las amenazas que podrían desacelerar el crecimiento.

Collaboration: Editorial Auge.

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