México impulsa la participación laboral femenil

La tasa de participación laboral de las mujeres en México alcanzó el 46.1% al cierre de 2024, según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Inegi.
Este porcentaje varía significativamente entre estados, reflejando brechas económicas y sociales. Baja California Sur encabeza la lista con un 58% de mujeres en edad laboral ocupadas, seguida por Colima (57%), Ciudad de México (55%), Nayarit (54%) y Yucatán (53%). En contraste, Chiapas se posiciona con la tasa más baja del país, con solo el 30% de sus mujeres en edad de trabajar participando en el mercado laboral.
El acceso de las mujeres al empleo está estrechamente relacionado con el nivel de desarrollo económico y la infraestructura de cada estado. Entidades con sectores económicos más dinámicos, como el turismo, la industria y los servicios especializados, han logrado una mayor integración de mujeres en el mercado de trabajo.
En regiones con altos niveles de pobreza y marginación, como Chiapas, los desafíos son mayores debido a factores como el acceso limitado a educación, transporte y oportunidades laborales formales.
A pesar de estas diferencias, México cuenta con una fuerza laboral femenina en crecimiento y con un alto potencial para fortalecer sectores estratégicos.
La expansión de industrias como la manufactura, la tecnología y los servicios abre nuevas oportunidades para reducir las brechas de género y generar un impacto positivo en la economía.
El país enfrenta el reto de transformar las debilidades en ventajas competitivas. La capacitación y la inclusión financiera son clave para mejorar las condiciones laborales y elevar la productividad. Factores como la falta de infraestructura y las barreras culturales siguen limitando la participación femenina, pero la implementación de políticas enfocadas en la igualdad de oportunidades puede cambiar este panorama.
La inversión en educación, el desarrollo de programas de emprendimiento y la formalización del empleo representan una oportunidad para fortalecer el crecimiento económico y la estabilidad social.
El futuro del mercado laboral mexicano dependerá de la capacidad para equilibrar estos factores y generar un entorno en el que más mujeres puedan integrarse al empleo formal. Las tendencias globales apuntan a una mayor participación femenina en sectores estratégicos, impulsada por la digitalización y la innovación.
Con un enfoque adecuado, México tiene el potencial de reducir las brechas y consolidarse como un país con una economía más equitativa y competitiva.
Collaboration: Editorial Auge.