Norte de México: imán de inversión extranjera en naves industriales

La actividad en el sector inmobiliario industrial del norte de México tomó impulso en los primeros meses del 2024, especialmente por la demanda de empresas extranjeras de manufactura automotriz, médica y de electrodomésticos.

El mercado inmobiliario industrial del norte de México ha mostrado un crecimiento significativo durante el primer semestre del 2024, especialmente en Saltillo, Coahuila y Ciudad Juárez.

En Saltillo, se comercializaron más de 300,000 metros cuadrados de naves industriales, un 27% más que el mismo periodo del año anterior.

Este impulso ha sido impulsado por empresas extranjeras, especialmente del sector automotriz, médico y de electrodomésticos, que buscan consolidar sus operaciones en la región. El auge ha generado un déficit de espacio disponible, con solo un 0.03% de los nuevos 292,000 metros cuadrados aún disponibles al cierre del segundo trimestre.

Ciudad Juárez, por su parte, ha alcanzado una de las mayores absorciones netas de su historia, con 226,700 metros cuadrados de nuevos espacios industriales, reflejando su atractivo para empresas internacionales.

El mercado mexicano presenta fortalezas importantes que han permitido este crecimiento. La ubicación estratégica del país, cercana a Estados Unidos y dentro del marco del T-MEC, permite a las empresas extranjeras beneficiarse de la proximidad a uno de los mercados de consumo más grandes del mundo.

Además, México cuenta con mano de obra competitiva y capacitada, lo que facilita la instalación de operaciones de manufactura, como se evidencia en el interés de empresas automotrices y médicas. La sólida infraestructura industrial del norte del país ha sido un factor clave para satisfacer la creciente demanda, aunque la limitada disponibilidad de espacio en algunas ciudades plantea retos a futuro.

Dentro de este panorama, también surgen oportunidades significativas. La tendencia global del nearshoring, que impulsa la reubicación de operaciones productivas más cerca de los mercados de consumo, está generando una ola de nuevas inversiones extranjeras en México.

El país se ha posicionado como una opción viable para diversificar riesgos, especialmente frente a las tensiones comerciales y los desafíos logísticos que han enfrentado otras regiones del mundo. Este contexto también abre oportunidades para el desarrollo de nueva infraestructura industrial, lo que permitirá seguir absorbiendo la creciente demanda.

Sin embargo, no todo es favorable. El rápido crecimiento del mercado inmobiliario industrial también revela debilidades. La oferta de naves industriales no está creciendo al mismo ritmo que la demanda, lo que está generando una escasez de espacios disponibles, especialmente en áreas como Saltillo y Ciudad Juárez. Esto puede llevar a un aumento en los precios de arrendamiento, lo que podría desincentivar a algunas empresas de instalarse en la región si no se encuentran soluciones inmediatas. Además, la competencia por atraer inversión extranjera es feroz, y otras regiones del mundo, como el sudeste asiático, también están posicionándose como alternativas viables para el nearshoring.

El mercado también enfrenta amenazas externas que podrían impactar su crecimiento a largo plazo. Las tensiones geopolíticas y la incertidumbre económica global podrían afectar el flujo de inversiones hacia México, especialmente si los acuerdos comerciales internacionales como el T-MEC son re-negociados o enfrentan dificultades.

La dependencia de la demanda extranjera, particularmente de Estados Unidos, hace que el mercado industrial mexicano sea vulnerable a cualquier desaceleración económica en su principal socio comercial. Finalmente, el desafío de la sostenibilidad en las operaciones industriales y la necesidad de implementar prácticas más ecológicas y eficientes también podrían aumentar los costos y complicar la rápida expansión de la infraestructura.

El crecimiento en el mercado inmobiliario industrial en el norte de México es innegable, pero está acompañado de una serie de factores que moldearán su futuro. Las fortalezas y oportunidades son claras, impulsadas por la ubicación estratégica del país y el nearshoring, pero las debilidades y amenazas relacionadas con la infraestructura limitada y las condiciones globales requieren atención para asegurar que el sector continúe siendo un motor clave para la economía mexicana.

Colaboración: Editorial Auge.

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