400 oportunidades: el renacer de México en la era del nearshoring

En México, la expectativa sobre el nearshoring sigue en aumento, con 400 proyectos dispuestos a ser desarrollados que representan una oportunidad sin precedentes para el crecimiento económico del país.

La región de América del Norte, compuesta por Estados Unidos, Canadá y México, genera el 28% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, lo que coloca a México en una posición estratégica para aprovechar el potencial de atraer inversiones extranjeras mediante la reubicación de cadenas de suministro. Esto abre una oportunidad significativa para que el país se consolide como un nodo esencial en el comercio global.

El nearshoring brinda una oportunidad única que México debe capitalizar, tanto por su proximidad geográfica como por la creciente demanda global de diversificación en las cadenas de suministro.

El gobierno ha enviado señales de confianza, lo que ha fortalecido la percepción de estabilidad entre los inversionistas internacionales. Esta es una coyuntura histórica en la que el país puede atraer empresas globales que buscan optimizar sus operaciones. Sin embargo, a pesar de estas señales positivas, se advierte que las oportunidades como esta no se presentan con frecuencia, y es crucial que el país esté preparado para aprovecharlas.

La reciente aprobación de la reforma al sistema judicial tiene el potencial de fortalecer la confianza de los inversionistas si se implementa de manera adecuada. Sin embargo, persiste la necesidad de que los cambios sean más inclusivos y lleguen a los niveles locales, como jueces y ministerios públicos.

La correcta implementación de esta reforma será un pilar para mantener la confianza del sector privado y asegurar que los proyectos de nearshoring puedan desarrollarse sin contratiempos legales. A pesar de que la reforma ha avanzado, se requerirá trabajo adicional en las leyes secundarias para garantizar una aplicación efectiva que fortalezca el sistema de justicia.

La banca, por su parte, está lista para desempeñar un papel fundamental en la financiación de estos proyectos. Existen más de 6.5 billones de pesos disponibles para préstamos, lo que podría impulsar significativamente la actividad económica.

El financiamiento no solo está disponible para grandes proyectos gubernamentales e infraestructurales, sino también para empresas medianas y pequeñas (pymes), que constituyen un componente clave del empleo en el país.

Las pymes generan el 80% de los empleos en México, pero actualmente reciben una porción relativamente baja de crédito, lo que representa una clara área de oportunidad para el crecimiento económico. El incremento del financiamiento a este segmento empresarial es crucial para fortalecer la economía interna y potenciar la creación de empleo.

El escenario macroeconómico enfrenta retos tanto internos como externos, que generan incertidumbre en el mercado. Un aspecto que podría favorecer el crecimiento es una reducción en las tasas de interés, tanto en México como en Estados Unidos, lo que facilitaría la concesión de más créditos y, a su vez, reactivaría la economía. Sin embargo, se advierte que la volatilidad en el entorno global y las fluctuaciones en el crecimiento del PIB representan desafíos que deberán ser abordados con políticas económicas prudentes y bien diseñadas.

En este contexto, el panorama político es fundamental para dar certidumbre y confianza a los inversionistas. La nueva administración federal, encabezada por Claudia Sheinbaum, ha expresado su intención de mantener un diálogo abierto con los sectores productivos, lo que podría generar un ambiente de mayor estabilidad y confianza en el mercado. Este diálogo será vital para definir los planes y proyectos estratégicos del próximo gobierno, asegurando que las decisiones económicas se alineen con las necesidades del país y de sus sectores productivos clave.

A pesar de las grandes oportunidades que ofrece el nearshoring, también existen debilidades y amenazas que podrían complicar la implementación de estos proyectos. Entre las debilidades, se destaca la necesidad de mejorar la infraestructura y reducir las barreras regulatorias, que en ocasiones ralentizan los procesos de inversión.

Además, aunque la confianza en el gobierno ha sido positiva, la falta de claridad en la implementación de las reformas podría generar incertidumbre si no se manejan de manera efectiva. Asimismo, las amenazas externas, como la volatilidad de los mercados internacionales y las tensiones comerciales globales, podrían impactar negativamente en la capacidad de México para aprovechar al máximo esta oportunidad histórica.

La capacidad del país para superar estos desafíos dependerá de la implementación efectiva de las reformas políticas y judiciales, así como del fortalecimiento de su infraestructura económica. Si México logra superar estas barreras, tiene el potencial de posicionarse como un centro estratégico en el comercio global, atrayendo inversiones que impulsen su desarrollo económico y generen nuevas oportunidades de crecimiento.

Colaboración: Editorial Auge.

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